jueves, 16 de febrero de 2012

Truhanes

Hace ya un par de meses, un amigo y yo robamos un bolígrafo en una exposición en un museo que parecía ser muy importante, y que, según la descripción de ese bolígrafo, tenía poderes ocultos. Fue el motivo que nos atrajo a robarlo, ya que despertó nuestra curiosidad.
Cogimos el bolígrafo con sigilo del museo, ya que no estaba muy atendido y nos fuimos muy lejos, a unos veinte minutos andando, aunque nosotros tardamos cinco, ya que fuimos corriendo del miedo y la excitación del momento. Encontramos un cuadro en nuestra carrera que era... bueno... algo peculiar. Tenía la tela en blanco, por lo que, mi amigo y yo, nos pusimos a dibujar en él tonterías para reírnos un rato.
Dibujamos una serpiente voraz y enorme, y un revolver bastante ''guay'' a nuestro parecer.
Entonces, repentinamente, la serpiente cogió vida y el revolver salió despedido hacia mi pecho, impactando fuertemente contra mi y dejándome sin aliento.
Además de que me costaba respirar, sentí impotencia frente a la temible situación de que la voraz serpiente se abalanzase contra uno de nosotros, y mi amigo, al igual que yo, sintió impotencia en el momento.
La serpiente fue a por mi amigo, lo ''abrazó'' con todas sus fuerzas.
Yo no tenía ni idea de qué hacer.
Entonces, miré al suelo y vi el revolver, lo recogí, apunté, a pesar de mi puntería y disparé 3 balas.
Ahora, estoy sólo, y preferiría estar muerto, a haber robado ese día ese maldito bolígrafo, preferiría estar muerto, la verdad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario