Leyendas.

Una leyenda cuenta que, según una tribu indígena de la que se sabe muy poco y cuyo nombre no recuerdo, pero era bastante extravagante, en el amazonas se situaban quince lugares inexplorados por el hombre y que, si las mirabas desde arriba, los quince puntos unidos de la estatua formaban el típico sombrero del típico duende del final del típico arcoíris.
Yo, que en la época en la que descubrí esta leyenda, tenía cuatrocientos cincuenta y ocho años de antigüedad, pensé que no sería cierta, ya que hablaban sobre que, al alcanzar las 15 estatuas de oro colocadas en casa lugar dicho, las estatuas, con forma de cucarachas y doradas, sí, podría haberme llevado alguna y ser ahora mismo millonario, pero preferí que no, más que nada, porque no podía dejar nada, ya que eran las provisiones justas para vivir tres meses en el amazonas.
Decidí ir a por todas y buscar las quince estatuas, a ver si era verdad lo que decían de la leyenda, pero sabía que sería un trabajo costoso, ya que el amazonas era un sitio del que apenas se sabía nada.
Las busqué todas y, descubrí que puede que no fuese una leyenda falsa, ya que encontré doce de ellas.
AHora vivo con la pregunta en mi cabeza de si existen, ¿Qué habría pasado al descubrir las quince?
Daría lo que fuera por poder volver a vivir esa aventura durante esa época de mi vida, sin duda, pienso que lo mejor de encontrar las doce estatuas fue la aventura.
Aunque no habría estado nada mal ver a un duende con un gorro gigante bailando al rededor de una olla.